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Vivir con tu pareja es quizás la mejor manera de disfrutar una compra tan importante, conoce lo indispensable para dar este gran paso.
Comprar una casa es un momento especial, pero resultaría insípido si no se pudiera compartir con las personas que amas; saber que les estás ofreciendo un mejor futuro produce una sensación inigualable. Si tienes pareja, seguramente los dos piensan así y les gustaría poder lograr esta meta juntos.
La buena noticia es que a través de los créditos mancomunados es posible que los dos aporten su granito de arena para construir su hogar, pero antes debes considerar si estás listo o es preferible esperar un poco.
Vivir con tu pareja
Sin entrar a las particularidades de cada relación podemos decir que estás listo si cumples con estos puntos:
- Felicidad: Aunque parezca sentimentalismo, el sentirte pleno y feliz con tu pareja es fundamental para saber si estás listo para dar este gran paso. El principal problema de los créditos y los bienes mancomunados es el divorcio, pues alguna de las partes se puede negar a pagar y entonces la propiedad se perdería.
- Familia: Si no piensas tener hijos en los próximos cinco años, o tu familia ha concluido su crecimiento, es un buen momento para adquirir una casa. Si tus hijos ya son grandes o no los piensas tener en el mediano plazo, tendrás tiempo para estabilizar los gastos de una hipoteca y acomodar tu vida con base en ella.
- Ingresos: Actualmente es muy común que los dos miembros de las parejas trabajen; esto se traduce en que haya más ingresos y los gastos estén mucho más controlados, pues la situación financiera estará vigilada por dos cabezas en lugar de una; así será más sencillo adquirir un compromiso tan importante y a largo plazo.
- Ahorro: No importa si sólo uno de los dos trabaja, siempre y cuando tengan bien implementado un sistema de ahorro y presupuesto. Recuerda que todo es posible si planificas adecuadamente, especialmente con algo que servirá para su patrimonio y les dará tantos momentos de felicidad.
- Estabilidad: Definitivamente nada en la vida es seguro, pero hay ciertos indicadores que te dirán si estás listo para solicitar un préstamo. Quizá estés en un buen momento en tu carrera y no pienses mudarte o seguir buscando empleo, si estás contento con tu situación laboral, es un muy buen momento para dar el paso hacia el compromiso.
- Crédito: Para las instituciones financieras es muy importante que tengas un historial crediticio sano. Revisa con el buró de crédito que sea así y si no lo está, busca la manera de solucionarlo.
Es recomendable esperar si:
- Estás pasando por un mal momento con tu pareja: es posible que se solucione, pero también es posible que no. Primero, resuelve tu estabilidad emocional para que puedas comprometerte con el futuro de las dos partes.
- Hay un bebé en camino: los gastos de un recién nacido pueden ser muy variables y no te dejarán planificar con certeza un esquema de pagos o ahorro. Es recomendable que esperes a tener un poco más de estabilidad para que toda la familia se adecue a los nuevos cambios.
- Tienes otros planes: tal vez tú o tu pareja quieran regresar a la escuela para superarse; la educación es un trabajo de tiempo completo y seguramente te retribuirá económicamente en el futuro, pero por lo pronto debes esperar a que tu situación se estabilice.
Es importante que cualquier decisión, especialmente una de esta envergadura, sea motivo de pláticas: la comunicación entre pareja es fundamental para establecer sus metas y sueños, pero, sobre todo, la estrategia para cumplirlos.