Qué es un embargo hipotecario y cómo evitarlo

Escrito por: Buscando Casa | Inversión en Inmuebles

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El día de hoy me gustaría compartir contigo una idea de lo más genial: un huerto en casa.

¿Piensas que es imposible cultivar tu propio alimento en casa por falta de espacio? ¡Eso ya no es un problema! Cada vez son más las personas que se deciden a crear su propia fuente de alimento y un pequeño pulmón verde en sus hogares para disfrutar de todas las ventajas y beneficios que ofrecen los alimentos naturales.

Beneficios:

  • Ahorro en el presupuesto destinado a hortalizas y frutas
  • Control total en consumo de herbicidas y pesticidas (alimento orgánico)
  • Reducción de la huella ecológica o daño al medio ambiente
  • Es una actividad que estimula el amor por la naturaleza
  • Ayuda al equilibrio biológico y psicológico que se refleja en una mejor calidad de vida

Entiendo que tal vez sea poco probable que estés buscando casa en este momento pero dejar de comer, nadie, y menos indefinidamente.

Por eso quiero animarte diciéndote que hay maneras de aligerar situaciones difíciles como la que atravesamos en este momento por la contingencia sanitaria del COVID-19 y esta es una de ellas. Es divertida y emocionante porque puedes hacerlo en familia y animar a tus vecinos a compartir el esfuerzo.

¿Habías pensado en un huerto en casa con hortalizas y frutas? Yo no pero hoy descubrí que sin duda es una buenísima opción y un excelente momento para comenzar.

Si pero… ¿qué siembro? ¿y el espacio?

Sabemos que en la ciudad los terrenos no son tan amplios como para tener una huerta de grandes dimensiones pero con un poco de entusiasmo y dedicación puedes comenzar a producir en poco tiempo tu propio alimento para ti y tu familia. Vamos, yo solo quiero animarte. ¿Tienes idea de cuántas hortalizas puedes sembrar en un metro cuadrado de superficie? ¡Hasta 16!

Con qué empezar

Espacio. Localiza un espacio donde dé la luz del sol por al menos 6 horas. ¿Qué tal la pared de ese pasillo? ¿O la del fondo? ¿La terraza? ¡La azotea! ¿Ya lo ubicaste? Bien. Ahora veamos en qué.

En qué. Utiliza cualquier recipiente disponible que tenga una altura de entre 7 y 15 centímetros, con pequeños agujeros en la base para que el agua drene correctamente; si dispones de un poco más de recursos tal vez puedas adquirir o fabricar un cajón de madera de 1 metro cuadrado o de 2 x 1 si no, tubos, macetas o hasta botellas PET pueden servir. Imagínalo y planéalo con tu familia. ¿No los ves muy animados? Tú persiste. Les encantarán los resultados.

Tierra y compost. Procura una buena tierra; suelta, poco arcillosa y rica en nutrientes. Remuévela y renuévala periódicamente para que “respire” y pase la humedad. Nútrela con desechos orgánicos como cáscaras de fruta o verduras, o barritas de nutrientes que son muy económicas y puedes encontrar en tiendas de fertilizantes.

Y ahora, viene lo bueno, ¿qué sembrar?

Si vas empezando y quieres ver resultados más rápido, lo mejor es sembrar brotes. Estos pueden hacerse con lechugas, espinacas, betabel, rábanos, papas, tomates pimientos o cebollas. También, puedes probar sembrando lentejas, garbanzos, brócoli o perejil.

Agua. Importante, al igual que nosotros los seres humanos, las plantas necesitan agua, solo que en diferentes cantidades. Procura un riego adecuado en cantidad y periodicidad. Ahorita, es probable que dispongamos de más tiempo para el cuidado de nuestro huerto trabajando en casa pero existen ideas geniales, sencillas y económicas para tener riego automático.

Comida para tus plantas. Ajá, tus plantas también necesitan comida y no solamente tierra y agua. Dales fertilizantes balanceados que contengan nitrógeno, fósforo y potasio.

Como ves, no es tan difícil empezar, solo es cuestión de animarte. Tener un huerto en casa y cultivar tu propio alimento, sembrado, cuidado y cultivado por ti mismo para ponerlo en tu mesa es una experiencia única e inigualable. Piensa en lo que quieres sembrar y comienza con lo que más te guste o interese probar. Así, aumentarás las probabilidades de conseguir los resultados que te animarán a seguir.

Comparte tu entusiasmo y producto con tus vecinos, tal vez así se animen también y pronto se vean intercambiando cada quien lo que produce. Sería buena idea que entre las amenidades de nuestros conjuntos habitacionales o colonias pronto veamos áreas comunes donde se incentive la siembra de huertos comunitarios que entre otros beneficios contribuyan a la buena convivencia y la maravillosa costumbre de compartir.

¿Te animas? Nos vemos en el próximo artículo.

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