Escrito por: Buscando Casa | Inversión en Inmuebles, Un nuevo hogar en Saltillo
Seguramente has pensado cómo mantener tu relación igual o más sana y próspera que antes de casarse; si es así, aquí encontrarás los tips infalibles para comenzar tu matrimonio dulce pero, sobre todo, responsablemente.
¿Has pensado en el patrimonio que formarán juntos? No postergues por más tiempo un plan tan importante y pon manos a la obra junto a tu media naranja.
Cada pareja crea sus reglas: hablen todo el tiempo que sea necesario para llegar a un acuerdo y no tener motivos para discutir; una vez que lleguen a un punto común, respétenlo. Si con el paso del tiempo esos acuerdos los incomodan, háblenlo otra vez. Parece trillado, pero la comunicación es indispensable en cualquier relación, especialmente en un matrimonio.
Sabemos que siempre habrá la posibilidad de estar en desacuerdo, pero es esencial que tengan muy presente que deben concentrarse en el problema y no en las personas: no tienes razón para atacar ni reaccionar a la defensiva porque ambos están en el mismo equipo.
Sin embargo, recuerda que estar en el mismo equipo no significa pensar igual: es casi seguro que poseen intereses y amigos distintos; no veas esto como un problema, sino como un plus para dedicarse tiempo a sí mismos y enriquecer sus temas de conversación. Claro está que lo anterior no implica sacrificar el tiempo que pueden dedicarse como esposos: ¡disfrútense!
Una de las mejores maneras de disfrutarse es, obviamente, ¡planear sus vacaciones juntos! Hagan de esa experiencia algo inolvidable para los dos y que, sobre todo, fortalezca el vínculo que los une. ¡Ojo! No esperes a cada época vacacional para hacer las actividades que disfrutaban en su época de novios. Casarse no es sinónimo de ya no gustar de ir al cine, conciertos, fiestas y demás. Les queda mucha juventud por gozar ¡juntos!
Evidentemente todo lo anterior es enfocado a la parte romántica, ahora viene la parte logística de cómo lograr toda esa vida llena de amor, plenitud y éxito.
Uno de los asuntos indispensables a tratar, aunque a veces incómodo, es el de las finanzas. Lo ideal sería que lo planearan desde antes de la boda, pero incluso ahora es un buen momento. Definan lo más pronto posible cómo se organizarán para que, especialmente si deciden tener hijos, no se complique la situación y cause tensión entre ustedes.
Una vez definido cuánto y cómo aportará cada quien, planifiquen con más solidez su futuro a corto, mediano y largo plazo. Es muy probable que ambos tengan un empleo relativamente estable y, por ende, ingresos constantes que les provean tranquilidad económica. Bajo ese panorama, y si no planean hacer crecer su familia a corto plazo, es aconsejable que consideren la opción de comprar una propiedad que sirva como patrimonio.
Si, por el contrario, aún están en busca de esa estabilidad, es recomendable que tomen en cuenta la alternativa de asentarse en provincia: hay ciudades idóneas para comenzar o continuar el desarrollo profesional de manera integral y con algunas ventajas sobre las grandes ciudades.
Busquen un lugar con todos los servicios básicos (agua potable, electricidad, drenaje y combustibles); crecimiento económico con el promedio nacional o por encima; baja tasa de desocupación laboral (considera tu edad y la de tu pareja) y facilidad de inversión por si quieren emprender su propio negocio.
También es importante fijarse en que tenga un porcentaje alto de inversión en infraestructura para aumentar el valor de su inmueble, fácil acceso a planes de financiamiento para vivienda que no les dé dolores de cabeza, y que ofrezca una amplia oferta de servicios de salud, educativos, culturales y otras amenidades.
Si ya se decidieron a comprar una casa, hay ciertos criterios que deben estimar precisos para aventurarse en una adquisición de esa magnitud. Tengan presente, en todo momento, que es un compromiso a largo plazo y no podrán zafarse fácilmente de él. Piensen su vida a futuro: ¿hijos?, ¿cuántos y cuándo?
Quizás desean una casa enorme con alberca y muchos lujos, pero la elección debe ser en dependencia del presupuesto. Existe la opción de comprar una propiedad modesta y venderla en el futuro para poder alcanzar una mejor. Vuelvan a analizar sus necesidades inmediatas y a futuro y determinen la mejor opción y su debida estrategia.
Por último, es posible que no se imaginen viviendo lejos de zonas con mucha actividad en grandes urbes, pero a la larga puede ser una muy buena decisión: cambiar la cercanía a antros por parques y a bares por mercados les permitirá desarrollarse integralmente sin sacrificar la diversión. Saltillo, por ejemplo, es una ciudad que crece y progresa en condiciones de prosperidad y armonía para sus habitantes y posee todas las atracciones que una joven pareja busca.
Ahora que sabes un poco más de cómo combinar lo romántico y lo logístico pueden resolver el dilema de si es pertinente comprar, pero, sobre todo, tendrán más facilidad de construir su hogar.
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